La micropigmentación es una especialidad estética que corrige, modifica, embellece y equilibra de forma semipermanente lo rasgos faciales de labios, cejas, párpados… y también corporales: cuero cabelludo, areolas mamarias, cicatrices… entre otras; a través de la implantación de pigmentos a nivel epidérmico.
Comenzamos el proceso de tratamiento siempre con una consulta personalizada para conocernos, realizar una prueba de sensibilidad al pigmento, diagnosticar tu tipo de piel, comentar los resultados que quieres conseguir, definir la técnica a utilizar y aconsejarte sobre los cuidados previos de la piel en tu caso.
En el día de tratamiento de la micropigmentación la artista de micropigmentación realiza un diseño inicial con el objetivo de que el trabajo sea el más adecuado al gusto particular de cada cliente, a sus facciones, a las características, tono y tipo de piel, capilaridad, porosidad, grosor y grado de elasticidad de la piel.
Es recomendable acudir a la cita con el diseño que empleemos habitualmente a la hora de maquillarnos para que nuestras especialistas puedan conocer los gustos particulares en cada caso y así buscar el diseño que más se aproxime a dichas preferencias. Todo ello determinará el tipo de trabajo y de técnica más adecuados para cada caso en particular.
Una vez acordado el diseño final, se procede a realizar la micropigmentación. La duración del procedimiento es de unas 2 ó 3 horas.
La micropigmentación es un tratamiento semipermanente, ya que los pigmentos que se utilizan están compuestos por moléculas más pequeñas que las de los pigmentos empleados en el tatuaje (que es permanente). Son por tanto más fáciles de eliminar de forma natural por nuestro organismo, lo que hace que el pigmento se vaya desvaneciendo de forma gradual, con el paso del tiempo.
El periodo de conservación de un tratamiento de micropigmentación oscila entre 1 y 5 años. La duración dependerá de muchos factores: tipo y tono de piel, estilo de vida, color empleado, zona tratada, exposición al sol, grado de sudoración, uso de exfoliantes…
La fijación del pigmento se dificulta si la piel es atópica, muy reactiva o grasa, tiene poros dilatados o sufre de rosácea o enfermedades autoinmunes, por lo tanto estos factores acortan el tiempo de duración de los resultados.
Generalmente los pigmentos más oscuros se conservan durante más tiempo que los tonos más claros.
Recomendamos realizar un retoque del tratamiento cada año, aunque puede transcurrir algo más de tiempo desde el tratamiento si, al valorar las condiciones del pigmento, consideramos que este se encuentra en un excelente estado de conservación, en cuyo caso quizá no sea necesario retocar cada año y pueda dilatarse un poco el periodo que debe transcurrir entre un retoque y el siguiente.
Si el tratamiento no se retoca cada cierto tiempo, su efecto se irá aclarando paulatinamente con el paso del tiempo.
No es una técnica dolorosa porque en realidad la aguja del dermógrafo no entra dentro de la piel, solo atraviesa la capa epidérmica. Puede haber una ligera sensación de incomodidad, pero no dolor. La sensibilidad de las personas varía y por es importante que el tratamiento se realice con la técnica correcta y al nivel apropiado en la piel. Generalmente se utiliza algún tipo de anestesia tópica para entumecer la zona durante el tratamiento.
Se elimina naturalmente con el tiempo, pero dependiendo de la zona y el pigmento y técnica utilizada el tiempo de eliminación puede ser muy largo. En caso de querer eliminarla antes de su proceso natural, se puede eliminar solo con un tipo de laser específico que da un impulso de luz que rompe las partículas de pigmento para que sean más pequeños y así más fáciles de eliminar para el organismo. Este proceso generalmente requiere varias sesiones y la piel necesita tiempo para recuperarse entre sesiones.
Para realizar una micropigmentación, en la consulta previa se deben revisar posibles enfermedades, medicación y/o alergias para descartar posibles contraindicaciones.
No se realiza durante el embarazo y lactancia.
Generalmente es compatible con diferentes tipos de medicación, con la excepción de algunos medicamentos que se prescriben para problemas de corazón y licuan la sangre. En estos casos se debe consultar con el médico que ha prescrito esa medicación para que confirme si en tu caso puedes dejar de tomarlos durante unos días.
Así mismo los pacientes de cáncer deben consultar si el médico que les trata ve conveniente la realización de micropigmentación.
La micropigmentación sí se puede realizar sobre cicatrices no queloides, si bien la retención de pigmento no será igual que en piel sana. Personas que tienen tendencia a formar cicatrices queloides no deben realizarse tratamientos de micropigmentación.
También hay que tener en cuenta contraindicaciones temporales o como por ejemplo inflamación, eccema, quemaduras, heridas o herpes simples en fase aguda y no acudir a la cita con síntomas de resfriado o fiebre.
Nos ajustamos a las directrices de la Asociación de Micropigmentación y Microblading de España (AMME) y en caso de cualquier duda a la recomendación de su médico que conoce su caso.
Los tratamientos de micropigmentación tienen una recuperación muy fácil y rápida y puedes seguir trabajando sin ningún problema. El color será más intenso en los primeros días pero bajará en cuanto la piel vaya completando su ciclo de curación, la intensidad baja en la segunda semana.
Los ojos pueden estar ligeramente hinchados el día siguiente y el de después y los labios tienen una ligera inflamación durante un par de días. En las cejas solo notarás una mayor intensidad de color.
Es importante seguir las sencillas pautas de cuidados post tratamiento, evitar exposición solar, playa, piscina y sauna y no maquillar la zona en las dos semanas posteriores a tratamiento.
No, no hay que rasurar ni depilar las cejas. Al revés, es recomendable que no depiles tus cejas en las semanas anteriores para que la micropigmentadora pueda ver el estado natural de las mismas y adaptar mejor su diseño.
La micropigmentación se puede realizar en cualquier época de año, también en verano. No obstante en las dos semanas siguientes al tratamiento no se debe tomar el sol ni ir a la playa o nadar.
Tampoco es conveniente acudir a la cita de micropigmentación de cejas con piel muy bronceada ya que esto afectaría nuestra elección de color y también el estado de salud y contenido de antioxidantes en la piel impidiendo alcanzar un resultado óptimo.
Totalmente compatible. No obstante, hay que respetar ciertos tiempos antes y/o después de ciertos tratamientos de belleza y la micropigmentación, como por ejemplo: faciales de rejuvenecimiento con laser, peelings químicos, Botox, rellenos de ácido hialurónico, extensiones de pestañas, coloración de pestaña, etc. Si tienes previsto realizar este tipo de tratamientos consulta los detalles con tu micropigmentadora.
A diferencia del microblading, donde se emplea un pequeño bisturí o pluma denominado tebori que va realizando cortes en la piel en los que se deposita el pigmento, la micropigmentación se realiza por medio de un dermógrafo, que implanta el pigmento en la piel a través de una microaguja, evitando así realizar cortes que puedan dañar la piel.
Por otro lado, la duración del pigmento en la piel es menor en el microblading que en la micropigmentación.